En su primer viaje a la india, treinta años atrás, la periodista Victoria Lautman descubrió unas impresionantes construcciones destinadas al almacenamiento de agua llamadas stepwells. Con el aspecto de un templo subterráneo, estas edificaciones se construyeron en zonas castigadas por la sequía casi constante, solo mitigada por la llegada del monzón en primavera. Estos gigantescos pozos dotados de innumerables tramos de escaleras permitían almacenar el agua que traían las lluvías primaverales. Miles de estos pozos se construyeron entre los siglos II y IV, en principio de forma rudimentaria para, ya en el siglo XI, convertirse en auténticas obras de arte en ingeniería.