Katherine Dey, una enfermera originaria de Nueva York, ha puesto a prueba la glotonería de personas de todas partes del mundo que conocen su trabajo de repostería.
«La reacción de las personas suele ser fuerte. Algunos se entusiasman con ellas pero otras sienten un poco de asco”, afirma Dey en una entrevista para el sitio BuzzFeed.
«Me inspiro en un montón de cosas. Me encanta ese extraño sentimiento que experimento cuando veo algo que parece real pero que no lo es. O cuando un pastel no luce particularmente apetecible pero que al probarlo sabe delicioso”, comenta.
«Debo confesar que, sin importar cuán asqueada pueda parecer una persona, al final nadie se ha rehusado a comer los pasteles”, dice.