Angelo Mastropietro trabajaba en el mundo de los negocios y tenía una admirable (aunque estresante) carrera. Pero a los 29 años, justo cuando estaba trabajando duro para hacer dinero, le diagnosticaron Esclerosis Múltiple.
Su enfermedad le hizo darse cuenta de que necesitaba replantearse su vida, para tener una existencia lo más sana y feliz posible. Por eso, Angelo tomó una decisión muy interesante. Antes de que su enfermedad empeorara, decidió construir la casa de sus sueños… ¡dentro de una cueva de 800 años de antigüedad!
La casa de Angelo forma parte del complejo de viviendas en cuevas más antiguo de Inglaterra, ubicado en el Bosque de Wyre, en el condado de Worcestershire. Angelo descubrió la cueva por casualidad, cuando hacía un paseo en bicicleta con un amigo. Durante el paseo en bici, empezó a llover y los ciclistas se refugiaron en la cueva. Angelo se enamoró del lugar y descubrió que la caverna fue habitada por última vez en la década de 1940. El proyecto de restauración requirió la extracción de unas 70 toneladas de piedra arenisca.
Angelo trabajó él mismo en este proyecto durante 8 meses, y su caso fue presentado en un famoso programa de la televisión inglesa, llamado Grand Designs (“Grandes Diseños”). Los espacios exteriores de la casa-cueva lucen muy naturales. Angelo extrajo mucha piedra para poder tener más espacio dentro de la caverna. La casa cuenta con acabados rústicos, que son ideales para este tipo de viviendas. Además, Angelo se aseguró de que la casa contara con las comodidades básicas de una vivienda del siglo 21.
La esclerosis múltiple se manifiesta con ataques repentinos. Angelo aprovechó los momentos en los cuales no sufría ataques, para trabajar en la casa de sus sueños. Ahora esta cueva cuenta con electricidad, Wi-Fi, calefacción por sistema de suelo radiante, agua corriente y una cocina totalmente equipada.
En total, Angelo Mastropietro invirtió unos 230,000 dólares en este proyecto. Las paredes interiores fueron pintadas de blanco para brindar un ambiente más iluminado. Para él, la posibilidad de vivir en un espacio más reconfortante, ameno y tranquilo hacía que todo el esfuerzo y toda la inversión valieran la pena.
“Me enfermé por el estilo de vida agitado y estresante que llevaba. Vivir aquí me ayudará a llevar una vida más calmada y saludable. Quiero vivir en un sitio que me permita llevar una vida más feliz y más sana”, explicó Angelo. En un espacio apartado, tranquilo, bonito y silencioso como este, rodeado por un frondoso bosque, Angelo encontrará el sosiego que tanto necesita.